Sin distracciones, colores sutiles y mobiliario sencillo pero práctico. En la edad de estudiar es muy importante crear un espacio donde sentirse cómodo, que sea acogedor y que favorezca la concentración.
Pinceladas de color para dar vida
Un toque de color cambia por completo una habitación, en este caso, unos detalles en color rosa pastel son los encargados de darle un aliento de alegría en el dormitorio.
Armarios esquineros, los aliados del aprovechamiento del espacio
En Espai Moble siempre estamos a favor de aprovechar al máximo el espacio, de esta manera, además, también ganamos capacidad de almacenamiento de una manera original y muy versátil.
La zoa de estudio, siempre bien iluminada
Somos partidarios de localizar el escritorio bajo una ventana, o lo más cerca posible, ya que la luz natural es la mejor a la hora de estudiar.
Ante la duda, todo al blanco
Los muebles blancos casi siempre son un acierto cuando la habitación es de otro color, en este caso, la sobriedad es la protagonista del espacio: paredes de un gris claro con toques de gris oscuro, que es un color que aporta calma, jugando con pequeños detalles de color rojo para romper la monotonía.
Pensando en el futuro
Los juveniles tienen que ser adaptados a la época vital. Pero también debemos pensar que los adolescentes crecerán y quizás la habitación tendrá otra función. Por eso los componentes son modulares, que pueden cambiar y adaptarse a nuevas situaciones.
Como el caso de Adrià, que pedía un buen espacio para estudiar y hacer los deberes, necesitaba sentirse cómodo y nada mejor que un escritorio espacioso. Más adelante, si lo necesita, podrá cambiarlo según sus prioridades.